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Quiero conocer La Isla

HISTORIA

Es un barrio muy humilde, con la peculiar característica de mantener los conventillos y edificaciones de chapa y madera de fines del siglo XIX. En ese sentido, asemeja al barrio porteño de La Boca sin las modificaciones y el mantenimiento que posee este último por ser un polo de atracción turística, a diferencia de la Isla Maciel. Existen iniciativas para fomentar el turismo en el barrio como medio de desarrollo. Debe su nombre al político santafesino Cosme Maciel, el cual, exiliado de su provincia en la primera mitad del siglo XIX, fue propietario de la "isla", donde tenía un pequeño astillero. En cuanto a la Isla Maciel también en lunfardo se la llamaba "El Doque" (por asociarla al Dock Sud) y durante todo el siglo XX resultó ser -en sus lenocinios- el lugar barato a donde iban a "debutar" sexualmente muchos de los varones adolescentes porteños de clase media.

EN PRIMERA PERSONA

"Somos Avellaneda" busca retratar las identidades barriales, las historias y oralidades, a través de las experiencias de los vecinos, sus trabajos y sus deseos.

Maciel: la Isla de los sueños rotos

La Isla Maciel es un mini mundo, una especie de ecosistema que se retroalimenta a sí mismo, que cuenta con todos los elementos necesarios y, al mismo tiempo, con todas las carencias que puedan existir. Esta curiosa simbiosis ha sido naturalizada por los más de diez mil habitantes que, resignados, ya la aceptan tal cual es. “Este es un barrio privado: privado de luz, agua y gas”, bromea Mónica, una de las vecinas".

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